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Historia

El origen de tan exquisita arquitectura pregona la prosperidad del Caramiñal en el siglo XVI. Lugar entonces elevado a la categoría de villa. Entre las individualidades más ambiciosas de aquel tejido humano del Quinientos sobresalen los nombres de Juan Domínguez Giance y Constanza Domínguez de Búa, matrimonio de amplios caudales. Son los promotores de este edificio.

Con el paso de los tiempos, esta torre y casa principal fue solar de la estirpe paterna del escritor Valle-Inclán. Primero, tomada en foro en los años finales del siglo XVIII. Luego, adquirida como consecuencia de las leyes de desamortización a mediados del siglo XIX. Don Ramón del Valle-Inclán profesaría un gran cariño a esta herencia familiar. A la torre alude con emoción, en prensa o en tertulias, y esta figura en relatos de inspiración galiciana como un escenario significativo de clase y señorío. Aquí declara haber residido al regresar de su primer viaje a las Américas (1893).