Don Ramón María del Valle-Inclán, «Señor de la Puebla del Caramiñal» —nombre eufónico que tan bien le cuadraba y título ilusorio, lleno de resonancias antañonas, con el que él gustó de adornarse— ha sido uno de los personajes más singulares de las letras españolas.
Ahora el alcance de sus pasos biográficos y de sus páginas literarias da lugar a una aventura feliz: la Ruta Valle-Inclán que nos trasladará como viajeros a lo largo y ancho de Galicia. Si deseamos saber más sobre las estancias de don Ramón por A Pobra do Caramiñal y el territorio Barbanzón saldrán a nuestro paso lugares vividos, como los casales de Colo de Arca y de A Mercé, villa Eugenia, antiguo hostal Ferro, farmacia Tato, la Casa Grande de Aguiar y Rábago, el pazo do Couto, la fortaleza de los Xunqueiras, Amarante, Camarasa y Gasset, la residencia del ensayista Victoriano García Martí, la playa do Areal, el mirador de su nombre en una de las atalayas de A Curota, sus esculturas, la alameda… y nos resultarán familiares escenarios inspirados en algunos topónimos importantísimos, como La Puebla (A Pobra), Santa María del Caramiñal, Santa Cruz, Lesón, Viana, San Amedio, San Lázaro, A Conga, Bealo, Cures, Juno (Xuño), Bretal, Corrubedo, las islas de Ruano (Rúa) y de Sálvora… Gracias a su incorporación a las letras valleinclanianas son una referencia mundial.